Archivos Mensuales: octubre 2013
«FINALIZA RUTA JUVENIL POR LA PAZ EN POPAYÁN»
LOS NIÑOS Y JOVENES CAUCANOS MANDATAMOS PAZ CON JUSTICIA SOCIAL
Las instalaciones de la Facultad de Ingeniería Electrónica y Telecomunicaciones de la Universidad del Cauca fue el espacio que acogió durante este fin de semana, a niños, niñas, jóvenes y jovencitas provenientes de diferentes Municipios del Departamento del Cauca.
Los participantes, con sus perspectivas, risas, sueños y pensares tomaron atenta nota de las precisiones, claridades e inquietudes que se generaron en el Panel de Paz y en el trabajo desarrollado en torno de siete mesas temáticas: Jóvenes y el Conflicto social y armado; Jóvenes y educación; Arte y expresiones culturales; Formas Organizativas, participación política y democracia; Empleo y vivienda digna; Salud y Medio ambiente, tradiciones y defensa del territorio. Los niños con cánticos y porras plasmaron su sentir y anhelo de Paz, mientras que los jóvenes construyeron un Mandato Popular por cada eje temático y articularon la CONSTITUYENTE JUVENIL DEL CAUCA POR LA PAZ CON JUSTICIA SOCIAL.
La jornada de hoy, se centró en desarrollar el Encuentro Preparatorio al X Festival Nacional de la Juventud que se llevara a cabo en la ciudad de Bucaramanga del 2 al 4 de Noviembre. En este espacio se intercambiaron experiencias de luchas, procesos y saberes que aporten a la materialización de los derechos juveniles y la paz desde el reconocimiento como sector, lo hicieron mediante la deliberación y el debate en cinco mesas temáticas: Participación social, política y construcción de lo público; DD.HH, conflicto social y armado – construcción de paz; Identidades, subjetividades y expresión juvenil; Pobrezas, exclusión e inclusión a la luz de los derechos y Jóvenes, ambiente y territorialidad cuyas conclusiones se compartieron en plenaria.
El encuentro finalizo en medio de aplausos, vivas y alegría con la presentación del grupo de danzas Raíces de Buenos Aires – Cauca y el grupo de Break dance de la ciudad de Popayán. A esta hora por las distintas carreteras del Departamento están retornando los niños, niñas, jóvenes y jovencitas que vinieron a compartir, aprender y plasmar su anhelo de construir un país del tamaño de nuestros sueños.
Consumismo, austeridad y capitalismo
¡Ministra mida bien!
El Ministerio de Ambiente de Colombia tiene en sus manos la delimitación de los páramos y tomará la decisión muy pronto: el 30 de octubre, en particular para el páramo de Santurbán. Esto es importante y TÚ puedes hacer la diferencia para que la decisión sea en favor de los páramos, en lugar de en beneficio de grandes proyectos mineros.
Los páramos son ecosistemas de alta montaña únicos y Colombia posee más de la mitad de ellos. Al capturar el carbono de la atmósfera, mitigan el cambio climático. Proveen de agua dulce a cerca del 85% de los habitantes del país y albergan diversidad de flora y fauna, como el oso de anteojos y el cóndor de los Andes, el ave voladora más grande del mundo.
A pesar de su importancia, todavía no se ha declarado oficialmente dónde están y hasta dónde llegan los páramos. Esto es un riesgo, porque no se puede restringir actividades como la minería que pueden destruirlos y dejan sin agua a millones de personas. Firma la petición y pídele al Ministerio de Ambiente que delimite y proteja los páramos de Colombia.
Le corresponde a la Ministra de Ambiente de Colombia, Luz Helena Sarmiento, adoptar la delimitación oficial de los páramos en Colombia y ponerlos a salvo de la minería. ¡Pídele a la Ministra Sarmiento que demuestre a los colombianos su compromiso con el ambiente y los páramos de nuestro país!
Cinco preguntas para entender el cierre del Gobierno de EEUU
Por María Ramírez (Corresponsal) | Nueva York
1. ¿Qué es el cierre del Gobierno?
Es la suspensión de todos los servicios no esenciales que dependen del Estado federal ya que el Gobierno está obligado a mandar a casa sin sueldo a la mayoría de sus funcionarios. Sucede cuando el Congreso no aprueba la legislación para financiar el Gobierno central como suele hacer doce veces al año. El Gobierno ha cerrado en 17 ocasiones desde 1976, aunque la mayoría durante pocos días. El enfrentamiento más duro (y el último) sucedió con Bill Clinton, cuando sus desacuerdos con el Congreso le llevaron a suspender servicios estatales 21 días en diciembre de 1995 después de otros cinco días de congelación de servicios en noviembre. Monica Lewinsky asegura que su primer encuentro sexual con Clinton fue el segundo día del cierre de Gobierno. Como becaria, ella siguió trabajando en la Casa Blanca a diferencia de la mayoría de los funcionarios.
2. ¿Qué supone?
Desde las 00.01 del 1 de octubre (06.01 hora peninsular), con el comienzo del nuevo año fiscal en Estados Unidos, unos 800.000 funcionarios están sin empleo y sueldo hasta que el Congreso vuelva a financiar el Gobierno. Se mantienen en sus puestos los empleados esenciales, como los controladores aéreos o los militares y también quienes trabajan para agencias especiales, como los carteros. La Casa Blanca funciona con un cuarto de empleados, la mayoría los más cercanos a Obama y los encargados de los servicios de limpieza.
La mayoría de los museos de Washington, los parques nacionales o algunos servicios para veteranos estarán cerrados. La NASA cierra casi al completo. Los efectos se pueden sentir fuera de Estados Unidos, ya que puede haber retrasos en la emisión de visados, que no se considera un servicio esencial. Los turistas no podrán visitar la estatua de la Libertad, el parque de Yellowstone o el Capitolio.
3. ¿Por qué el Congreso se niega a financiar al Gobierno?
Como ha sucedido otras veces, el partido de la oposición aprovecha su poder para presionar al presidente sobre otros asuntos. En este caso, un grupo del partido republicano intenta retrasar la entrada en vigor de la reforma sanitaria, que comienza a aplicarse en parte este martes.
La Cámara de Representantes, de mayoría republicana, ha aprobado así varias versiones de la misma ley para continuar con la financiación del Gobierno federal con una enmienda para retrasar la entrada en vigor del plan de Obama aprobado en 2010 por las dos cámaras del Congreso y legitimado por una sentencia del Tribunal Supremo en 2012. El Senado, de mayoría demócrata, ha aprobado otras tantas veces una versión legislativa sin la enmienda sobre la sanidad. Mientras las dos cámaras no se pongan de acuerdo, la legislación no se aprueba.
4. ¿Por qué es tan automático el cierre?
La disputas entre el presidente y el Congreso por la financiación del Gobierno se han producido desde el nacimiento del país. Pero el cierre automático de los servicios sucede desde que al presidente Jimmy Carter se le ocurrió preguntar a su fiscal general, Benjamin Civiletti, si debería mandar a casa a los funcionarios y el Departamento de Justicia dijo que legalmente así era y que incluso sería delito mantenerlos en sus puestos de trabajo según una ley de 1884.
Así las opiniones del fiscal general de 1980 y 1981 cambiaron la práctica. Hasta entonces, el Estado federal seguía funcionando con el retraso de algunos pagos y el ahorro de dinero en viajes y otros gastos, pero no mandaba a su personal a casa ni cerraba oficinas. Carter quería escenificar el cierre como medida de presión y su estrategia le funcionó. Después de cinco congelaciones del presupuesto, no tuvo que pasar por una sexta cuando el Congreso asumió que su decisión supondría un cierre real y muy visible de servicios.
5. ¿Qué tiene que ver con la suspensión de pagos?
Éste es un problema aparte, pero que casi se solapa con el cierre del Gobierno. El Estado ya ha superado el techo legal de deuda autorizado por el Congreso. Hasta que las dos cámaras no lo eleven, el Gobierno no puede gastar más. El Tesoro asegura que legalmente puede aguantar hasta el 17 de octubre. Después de ese día, si el Congreso no eleva el umbral, Estados Unidos podría verse obligado a suspender pagos, algo que sería inédito, que estuvo a punto de suceder en agosto de 2011 y podría desatar una nueva crisis global.
El cierre del Gobierno en Estados Unidos de América
Primera confrontación en la lucha por la reforma económica
Por Eric Holt-Giménez
En los Estados Unidos todo el mundo está peleando por el paro del gobierno estadunidense. George Will (periodista que apoyó a Reagan en 1980) lo compara a la Ley contra Esclavos Fugados; Bill Moyers (periodista vocero de la Casa Blanca 1965-67) con la secesión. De todos lados, desde Rush Limbaugh (conservador con un popular programa de radio) hasta Jon Stewart (sátiro, crítico político de TV), se lanzan acusaciones mordaces. La ciencia política, la teoría del juego e incluso la astrología son invocadas para explicar la vergüenza de la arriesgada política de Washington. Superficialmente, el impasse es producto de la Ley de Salud Asequible (Obamacare) y el Límite de Deuda Nacional. Desafortunadamente, estos puñetazos partidarios son sólo el inicio de una dolorosa lucha por la transición económica en EUA. Cíclicamente el mundo ha experimentado este tipo de conmociones políticas desde el inicio del capitalismo. La historia muestra que la transición es inevitable. Sin embargo, el resultado de la misma es incierto.
El régimen económico neoliberal establecido en los años 1980 promovido por Ronald Reagan y Margaret Thatcher—al igual que docenas de períodos económicos liberales anteriores—agoniza dolorosamente. Las economías liberales sustentadas en la privatización y desregulación típicamente generan una concentración de riqueza espectacular y amplían la brecha de la inequidad económica. Burbujas de especulación y explosiones financieras suceden cuando los vendedores ya no tienen compradores, son incapaces de resolver la crisis de sobre-producción que inevitablemente ocurre cuando los mercados dominan sin freno sobre la economía, el ambiente y la sociedad. Si los mercados sin regulación continúan indefinidamente, destruirán tanto la sociedad como la base material para la existencia del capitalismo. Por ello, tarde o temprano, se introducen reformas. La última vez que sucedió fue al final de los años 1920, después de la crisis financiera de 1929, la Gran Depresión en EUA y el Nuevo Pacto (New Deal).
Pero las reformas no se dan suavemente a través de acuerdos lógicos. Históricamente el gobierno está forzado a hacerlas en convulsivos períodos de agitación financiera y social. Además, las reformas pueden ser políticamente progresistas, represivas, totalitarias o democráticas (diferencias como las que se observan entre las reformas en EUA de los años 1930 y las de Alemania nazi). Pero el ritmo de implementación y la naturaleza política de las reformas económicas estructurales dependen de la política, no sólo la de los partidos, sino de la de los movimientos sociales con capacidad de generar voluntad política. Estos movimientos también expresan todo tipo de posiciones.
Parece que el Tea Party (organización política de extrema derecha), Noticias Fox y los hermanos Koch (billonarios que defienden el libre mercado) comprenden perfectamente este suceso histórico. Ellos consolidaron su poder político partidista manipulando el voto en los distritos y sacando ventaja del Partido Republicano. Actualmente influencian a la sociedad civil a través de la inundación propagandística, la seudo-ciencia y el activismo comunitario. Negar en este momento la Ley de Salud Asequible no es únicamente un espectáculo políticamente inteligente. El Tea Party representa a las élites provinciales ricas y educadas, a quienes algunos analistas llaman “the Newest Right” (la Derecha más nueva) de los viejos blancos del Sur. Ellos saben perfectamente bien que en la actual recesión, altos índices de desempleo, aplastante deuda estudiantil y profundización de las crisis alimentaria y de salud, si el sistema público de EUA logra, aunque sea una incipiente reforma en el sistema de salud, esto podría desatar la voluntad política para otro tipo de reformas federales progresistas, las cuales podrían socavar el menguante poder demográfico de esta “Derecha más nueva”. También podría sabotear su deseo de atraer hacia el Sur la “inversión amistosa” del capital global (léase: sin regulaciones).
No es que el gobierno de Obama proponga un cambio a la globalización neoliberal. Por el contrario, al igual que el presidente anterior, Clinton, sin descanso ha empujado la agenda neoliberal en EUA y en el extranjero. La Ley de Salud Asequible es una leve reforma que no aborda las causas de la creciente crisis de salud, como tampoco amenaza a la dominación corporativa de las compañías aseguradoras, a la enorme industria farmacéutica ni a los proveedores de salud. Los ambientalistas se molestan con Obama por su hábito de parafrasear al reformista Franklin Delano Roosevelt cuando dijo “¡Esa es una magnífica idea! Ahora actúen y oblíguenme a llevarla a cabo”. Sea el presidente Obama evasivo o sincero, el hecho es que sin un movimiento social fuerte que demande los cambios desde la base, incluso los reformistas más valientes no tienen poder para cambiar el statu quo. Tampoco tendrán la capacidad de proteger a la sociedad del sabotaje político de los fanáticos, quienes, en nombre del patriotismo, defienden agendas elitistas de pocos ciudadanos y un puñado de billonarios reaccionarios.
Lejos del populismo, la élite del Tea Party y compañía temen la potencial emergencia de movimientos sociales de base. Ante las crisis alimentaria, energética, financiera y ambiental que se viven en EUA, estos movimientos podrían inclinar la inevitable transición económica hacia una agenda de reforma más progresista. Aunque los movimientos sociales (alimentario, laboral, ambiental, etc.) están fragmentados y carecen del apoyo económico billonario del Tea Party, crecen constantemente en todo el mundo en la medida que la economía neoliberal fracasa y defrauda a la sociedad. Hay mucho que aprender del cierre del gobierno estadunidense, sin importar cómo se desarrolle. Necesitaremos estas lecciones para comprender y comprometernos de manera constructiva en las políticas de la economía de transición que se avecina.